Los 3 problemas más comunes en el liderazgo de la gestión alimentaria

Fecha

La gestión alimentaria es crucial para garantizar la salud de personas y animales. Que en una organización existan atributos como la inocuidad y calidad de los alimentos no es solo deseable, sino necesario. Y se requiere de un liderazgo sólido capaz de concretar los objetivos. Pero, por más bienintencionados que sean nuestros líderes, es posible que ellos cometan errores sistemáticamente. Estas fallas se traducen en productos no conformes, enfermedades, demandas, descrédito y pérdidas considerables. ¿Cuáles son esos problemas de liderazgo en cuanto a gestión alimentaria? Hemos identificado los tres más relevantes:

Fallas en la comunicación: todo líder requiere competencias comunicativas para expresarse de forma asertiva y lograr que los esfuerzos de todos se encaminen hacia una meta común. Un líder necesita capacidad global que le permita utilizar todas las formas para transmitir, comprender y recibir ideas, pensamientos y sentimientos; sea de forma verbal, escuchando; no verbal, escrita, electrónica y demás, para transferir e intercambiar con exactitud información y emociones. Si la comunicación fracasa o no es clara, los colaboradores no tendrán certezas sobre qué se espera de ellos y para qué. Por lo tanto, la consecución de los objetivos será incierta.

No reforzar las conductas deseables: fomentar actitudes y emociones relacionadas con la esperanza, satisfacción laboral y compromiso con la organización, afectan el comportamiento de las personas. Cuando los colaboradores tienen iniciativas propias, resuelven los problemas por su cuenta, aportan soluciones y son artífices del éxito de la organización, estamos hablando de personas que tienen actitudes muy deseables, pero que, si no son debidamente recompensadas y aupadas, pueden decaer. De allí la importancia de promover estas conductas mediante actos simbólicos, reconocimientos públicos, bonos y demás incentivos.

Ausencia de motivación: los empleados que se sienten descontentos en el trabajo no contribuirán con sus mejores esfuerzos. Para que un colaborador se encuentre realmente motivado, el trabajo debe satisfacer las necesidades humanas básicas, los puestos de trabajo requieren ser diseñados para motivar, las personas necesitan estar seguras de que en ese puesto obtendrán las recompensas que desean; y el trato que se prodiga a los empleados amerita ser equitativo. La motivación es una fuerza interior que provoca que las personas se comporten de determinada manera, para encaminarse hacia las metas.

Comparte nuestro contenido

Facebook
LinkedIn

Otras
Noticias